viernes, 16 de septiembre de 2011

Destino.

I'm baaaaaaaaaaaack. :3
Pues nada, aquí traigo una de las historias que os hablé que escribí durante este summer. Ains.. Summer.. Qué bien suena.. *-*
Hope you like it. (Aunque ya os digo de ante mano que es bastante cacosa) <3


7:00 de la tarde.
‘¿Dónde mierdas estás? Llevo esperándote una hora. O das señales de vida o me largo.’
Cancelar. ¿Guardar en borrador? Cancelar.
‘¿Dónde estás? Llevo esperando mucho rato y estoy preocupada. Contéstame.’
Enviar. Señalar destinatario. Harry. Aceptar. Enviando... Mensaje enviado.
Me siento tonta. Él me prometió que vendría y no ha sido así. Podría haber avisado. Es un cabrón.
7:35 de la tarde.
- ¿Chris? ¿Qué haces aquí sola? Está oscureciendo.
- Hola Tom.
El chico rubio se acerca a mí con su paraguas en la mano. Me pregunta si quiero tomar un café caliente, porque hace frío y me puedo constipar.
Tendría que tomar el café con mi novio, pero el muy cabrón no ha aparecido en las casi las dos horas que llevo esperándole. Tom es un buen chico.
Cogemos asiento en una pequeña mesa redonda del Starbucks más cercano del sitio de nuestro encuentro. Tom pide dos frappuccinos.  Me comenta que siempre pide lo mismo porque le encanta.
- ¿Esperabas a alguien?
- A Harry.
- Oh, claro, Harry. Es tu novio y quedas con él. Muy bien.
Ríe nervioso. Ahora está algo más incómodo.
- ¿Tú sabes por qué no ha venido?
- ¿Yo? No, no. ¿Por qué iba a saberlo?
- Vivís juntos.
- Ya, ya. Pero no sé, no tengo ni idea.
Rápidamente cambia de tema. Ahora habla de películas. Yo comento las que he visto, las que no, simplemente  escuchó y rió con sus comentarios hacía las que no le gustan.
El siguiente tema es la música. Le apasiona la música. Me habla de su sueño de montar un grupo música cuando sea mayor.
- Yo tocaré la guitarra. Ya estoy empezando a componer alguna que otra canción.
- Serás famoso. Y las chicas te gritarán que te quites la ropa en los conciertos.
Se sonroja y muestra su tímido hoyuelo sin querer. Apresuradamente bebé de su taza escondiendo así su graciosa y dulce sonrisa.
El destino ha querido que Harry no viniese a nuestra cita y que Tom me encontrara. ¿Por qué será?
8:25 de la tarde.
Siento mi móvil vibrar dentro de mi bolso. Mientras sigo conversando con Tom meto la mano en el bolso y alcanzó el móvil.
Lo siento mucho, amor. He tenido un par de problemas. Tom no está en casa, podemos cenar juntos.’
El corazón empieza a latirme más rápido y me pongo algo nerviosa. Tom se da cuenta.
- ¿Pasa algo?
Una opción sería dejar ahora a Tom e ir con Harry. Otra opción sería quedarme con Tom y pasar de Harry.
Recuerdo lo que hace unas horas pensaba de él: ‘es un cabrón.’, y me decanto por la segunda opción.
- No, nada. Era Harry, pero prefiero quedarme aquí contigo. Estoy muy cómoda.
- Y yo.
Los dos sonreímos y damos un sorbo más a la segunda taza de frappuccino de la tarde.
¿Acabo de ignorar una propuesta de mi chico de cenar a solas con él, con todo lo que conllevaría eso, por seguir con Tom? A lo mejor estoy madurando.
8:45 de la tarde
El móvil de mi acompañante suena. Se disculpa y lo coge la llamada. Se levanta y se aparta un par de pasos de nuestra mesa. Lo sigo con la mirada.
Está bastante sexy con esa camiseta y esos pantalones de pitillo. Además, con esos botines va muy a la moda.
- ¿Pasa algo?
- Me temo que sí.
Se sienta de nuevo en la mesa y yo le miró preocupada. Me cuenta que había olvidado que a las 9 tenía una cita con su chica. Aunque a él no le gustaba llamarle ‘su chica’ por el momento.
- Oh, sí, claro. Es normal que quedes con la chica que gusta.
Río nerviosa y encuentro la situación algo incómoda.
Eso me pasa por pensar cosas que no son. Espera un momento, ¿qué había pensado? A lo mejor estoy un poco loca.
9:10 de la tarde.
Me preparo un bocadillo simple y me lo tomo de pie en la cocina mientras pienso en todo que ha ocurrido esta tarde.
Primero mi novio me da plantón. Su mejor amigo me encuentra y me invita a tomar un café con él. Paso una tarde la mar de divertida, incluso rechazo un nuevo encuentro con Harry. Por último, Tom se va con su chica y tengo que cenar sola en mi casa.
Genial, el destino es un asco.
Llaman al timbre. Doy el último bocado a mi bocadillo y abro la puerta. Moreno, alto y musculoso.
Harry sigue igual de guapo que siempre.
- Harry, lo siento, es que…
- Tom ha pasado por casa antes de irse con una chica y me ha contado lo que habéis hecho.
No sé qué contestar.
 Sonado así y con esas palabras me siento culpable.
- Pero el que lo tiene que sentir soy yo. No pude ir a nuestra cita y no te avisé hasta dos horas después.
- Harry, yo…
- Chris, hagamos una cosa. Olvidémoslo. ¿Tú me sigues queriendo, no?
- ¡Claro!
- Yo también. Así que no hay nada más de que hablar. Bueno, sí. No he cenado, ¿te queda algo?
Mi chico y yo reímos. Me recoge entre sus brazos y a la vez que me besa y va entrando en la casa.
A la porra el destino. Quiero a mi novio y él me quiere a mí.