lunes, 13 de junio de 2011

Tres. [Ella]

     Me deja paso y vamos al salón. Todo está como lo dejé. Se sienta a mi lado en el sofá y me mira. No puedo creer que después de tanto tiempo, vuelva a estar aquí, con el, otra vez. Muchas fueron las ocasiones en las que pensé volver y hablar, pero ninguna dio fruto. Tenía miedo, podría decir que aún lo tengo.

     No paro de tocarme las manos, están sudorosas. El silencio que ahora está inundando la habitación, hace que a mi cerebro no paren de llegar imágenes. Imágenes que siempre quise borrar, peor nunca fui capaz. Imágenes que hacen que cierta sensación despierte en mi interior y me haga levantarme y salir por aquella puerta de nuevo.

     Empiezo a mover la rodilla, estoy muy nerviosa. Él pone su mano en ella, y me estremezco con el simple contacto. Las lágrimas acuden a mis ojos. Aún, después de tanto tiempo, no soy capaz de controlarlas. Giro mi cabeza para mirarle. Un nudo se apodera de mi garganta, pero aún así hablo. Soy directa.

-         ¿Sabes el daño que me hiciste? ¿Sabes lo que sentí?

     No aguanto más y dejo que las lágrimas salgan libres. Soy incapaz de contenerlas un segundo más. Noto como caen mis mejillas. Le sostengo la mirada. Busco en sus ojos respuesta alguna, pero no encuentro nada.

     No ha abierto la boca desde que he llegado, pero aún no sé que quiero que me diga. ¿Qué todo es mentira? No, fui testigo. Aún así, sé perfectamente cuando miente. Solo hace falta mirarle a los ojos. Ahora están llenos de lágrimas.

     Si el llora ahora esto perdería el poco sentido que tiene. Mira al techo y respira hondo. Si él se derrumba ahora yo no sería capaz de levantarlo como él hizo conmigo otras tantas veces, Pero no puede hacerlo, a él nadie le ha engañado. Él fue el culpable, el malo de la película.

-         No llores, por favor...

     Me levanto del sofá. Esto es estúpido. Recuerdo la seguridad que sentía cuando venía hacía aquí y ahora no queda nada.

-         ¿Es que no me entiendes?

     Si lo hiciera comprendería porque estoy así. Se pone en pie y en sus ojos vuelven a haber lágrimas. Reconozco impotencia en esa mirada.

-         ¿Qué no te entiendo? –calla y gira la cabeza.- ¿Cómo crees que he estado yo todo este tiempo?

     Sé que ha estado más. Tanto como yo. Esto nos afectó a los dos. Pero no puedo olvidarlo. El hecho de que él tenga la culpa de todo me llena de rabia.

-         Tú tuviste la culpa. Tú fuiste el culpable de todo. Pudiste elegir.

     Da dos pasos y se planta en frente mía. Coge mis manos entre las suyas.

-         - Cada minuto que pasa me arrepiento más y más de lo que hice. Me odio y la repugnancia que siento hacia mí no es normal. Y voy a seguir así hasta el día que me perdones, y volvamos a ser felices juntos.

     Miro a sus ojos. Sé que no está mintiendo. Cada palabra que suelta suena más sincera que la anterior. Bajo la vista a nuestras manos. Mi mente se ha quedado totalmente en blanco. Suelta una de sus manos y la coloca en mi barbilla, haciéndome mirarle directamente.

-         Te quiero. 

2 comentarios:

  1. ASDBJBASJHBS >___< ¿Cómo puede ser tan precioso? Eh, eh, EEEH? :O Me encanta todo, la 'historia' y lo que más la manera que tienes de describir las cosas :'DDD Haces que sea más bonito aún ;)
    Sube pronto XXXX

    Coco! ^^

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  2. jopetines...es que es demasiado monoso para mi corazón :3
    eres una fucking perfect escritora xD !!
    sigo leyendo que voy con retraso u.u
    pero que me encanta !! Xx

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